«Vaya dos tontas llamándose Sépia&Calamar, vaya tontería más importante♥»

vendredi 31 décembre 2010

Un par de pizzas y un mal perder. (II)

- Buenas noches.
- Igualmente. No me avises si tienes frío, ahí hay otra manta. Y en el armario de la salita, hay más.
- No te preocupes por mi, cariño. –y lanzas dos besos al aire, burlándote, para variar.
Te quitas los zapatos. Te desatas la corbata y los botones de la camisa. Te pones de espaldas a mí y te la quitas. La dejas sobre una silla. Estás jodidamente tremendo. Te odio, te odio, te odio.
- Buenas noches. – digo embobada.
- ¿Otra vez? – sonríes picarón. ¿He dicho que te odio?
- Bueno, pues que pases una mala noche.
Me voy a mi habitación y cierro la puerta de un portazo. Me desvisto lentamente, remoloneando por la habitación en ropa interior, por si se te ocurre entrar. Pero nada. Busco un pijama bonito, parece que mantengo la esperanza de que me veas. Quiero pero no quiero. En realidad quiero pero no te lo mereces. Y mi orgullo por encima de todo. Apago la lamparita.

Joder, Noa. Yo no quería esto. Tampoco que te enfadaras. Sabes de sobras que todo lo que digo no es porque sea un creído. Lo digo porque soy así, porque soy un chulo y se me escapa. ¿Qué debes estar haciendo?

Hostia puta, Marc. Sal de mi cabeza y déjame dormir. Es que ni contigo ni sin ti, macho. … Ojala te diera por venir. Haz algún ruido o algo. Tírate del sofá para que venga y me encandiles. ¿Tendrás frío? He sido un poco borde con lo de la manta. Yo sí que tengo frío, me faltas tú. ¿Qué debes estar haciendo?

Noa, ¿no tienes sed? Vamos, levántate, que yo te abrazo y te pido perdón por haber sido tan estúpido.

Marc, ¿no tienes ganas de ir al baño? Venga, va, que yo abro la puerta y te dejo que vengas conmigo aunque sea un ratito.

Visto que no vienes, Noa.

Por lo que veo, no vas a aparecer por aquí, Marc.

Voy al baño.

Voy a hacerme un vasito de leche.


Mejor no enciendo ninguna luz, qué vergüenza. Tampoco quiero que tengas una excusa para reírte más de mí, Marc. Abro la puerta con cuidado y camino descalza por el pasillo. Te oigo venir. Espera, no me jodas. Dime que no. Ahora que decido acercarme, vienes tú. Me rozas. Suspiras porque te has asustado, aunque si te lo preguntara me dirías que no. Te oigo sonreír.
- ¿A dónde vas?
- A hacerme un vaso de leche.
- ¿En serio?
- Claro. ¿Y tú?
- Al baño. Pero es mentira.
Tocas mi pelo. Respiras profundo cerca de mi oído. Pasas tu mano por mi cintura. Besas mi frente. Entrecejo. Mejilla. Oído. Cuello. Barbilla. Comisura. Sigue, por favor. Suspiras y me estrechas contra tu pecho desnudo.
- Me vuelvo al sofá. Hazte el vasito de leche y no te vayas a dormir muy tarde.
No me lo puedo creer. ¡Otra vez! Y encima te ríes. Es que, ¿cómo pude quererte conmigo? Otra vez te odio.
- Te odio. – me separo de tus brazos.
- ¿Por qué?
- Porque sí, porque te odio.
- ¿Ah sí?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque no hay quien te entienda.
- ¿Ah sí?
- ¡No! ¡Y cállate!
- ¿Que me calle? ¿Me vas a callar tú?
Me agarras del brazo.
- ¡Me sacas de quicio! ¡Déjame!
- Ven aquí.
Y me besas. Me acaricias el pelo. Mi espalda. Tu calor. Tus brazos. Me empujas hasta el sofá. Me tumbas. Me besas el cuello. El pecho. Mis labios. Suspiras. Me miras. Sonríes. Sigues. Me quitas la camiseta del pijama. Rozas mi tripa con tus dedos, muy suave. Se me pone la piel de gallina. Sonrío. Sonríes. Besito a besito bajas por mi cuello, mi pecho, mi tripa. Escalofrío. Me incorporo. Te beso. Te beso más. Te beso mucho. Te empujo, dejándote a mis pies. Tu cuello. Tu oído. Tu pelo. Tu pecho. Tu ombligo. Acaricio tus brazos. Entrelazo nuestras manos. Sigo besándote. Suspiras rápido. Te muerdo el labio. Se te escapa el aliento entre los dientes. Bajo la mano restante por tu pecho, tripa, paquet…
- Me voy a la cama, Marc. No te vayas a dormir muy tarde.



(y texto número 100. Feliz año nuevo.)

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire