«Vaya dos tontas llamándose Sépia&Calamar, vaya tontería más importante♥»

lundi 13 décembre 2010

Perdona, Noa, se me ha ido la cabeza.

Suena el timbre. Pienso durante un instante si esperaba recibir alguna visita. No. Me asomo por la mirilla. Oh, no. Es Marc. Preferiría no abrirte, pero ya has visto que alguien ha encendido la luz. A ver qué argumentos te has inventado para colarte en mi casa. Abro la puerta.
- Buenas noches, preciosa.
- Hola.
Hola, me llamo Noa y soy la cosa más seca que puedes encontrarte un viernes por la noche.
- ¿Qué tal? – me preguntas tontamente. Apoyas el brazo en el borde de la puerta, para que no pueda cerrarla sin pillarte los dedos.
- Yo bien.
Nos miramos. Ánimo, Marc, es hora de que sueltes de carrerilla a lo que has venido. Y te adelanto que en mi puerta no pone Puticlub.
- Esto… ¿haces algo esta noche?
Eso, no seas tan disimulado, no vaya a ser que no pille tus directas.
- Estoy ocupadísima.
Explotas en una carcajada limpia.
- ¿Puedo ayudarte en algo?
- Sí, puedes desaparecer.
Hago lentamente el gesto de cerrar la puerta para que te de tiempo a quitar los dedos, pero eso solo sirve para que detengas la puerta con el otro brazo.
- En realidad no quieres que me vaya.
- No, no quiero. Lo deseo con todas mis fuerzas.
Me das un beso. Frunzo el ceño. Me das otro. Y otro más. Te quito las manos de mi cintura. Sabes dulce. Sonríes.
- Perdona, Noa, se me ha ido la cabeza.
Te giras y cruzas la puerta.
- ¿Te vas?
- Me has echado.
Eso no se hace, Marc. No. Me lías, me besas, y entonces me entran ganas de que te quedes. ¡Pero es que tu chulería no la soporto!
- Claro.
Me apoyo en el filo de la puerta y pestañeo lentamente para tentarte, para que caigas, para que te quedes. Pero pasas de mí exageradamente.
- Pues eso.
Sonríes como despedida, te giras. Das un paso y te paras. Miras tu brazo. Mi mano está agarrando el puño de tu camisa fuertemente. Yo no le he dicho que lo haga, ha sido un reflejo. Me siento estúpida y te suelto rápidamente. Y me haces una mueca. Lo tenías todo planeado. Cruzas los brazos, y sonríes pidiéndome una explicación.
- Mis padres se han ido de fin de semana. – te suelto - ¿Quieres cenar conmigo? Creo que hay un par de pizzas en el congelador. - me avergüenzo de ser yo la que te acabe invitando a pasar la noche conmigo.
- Está bien, me quedo. Espero que mañana no me pidas que también olvide esta chiquillada.
Tienes un morro…

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire