«Vaya dos tontas llamándose Sépia&Calamar, vaya tontería más importante♥»

mercredi 22 septembre 2010

Je suis désolé.

- Miguel, háblame en francés. Que tú sabes y a mi me gusta cómo se te ponen los labios. Así pequeñitos, y con ese sonido tan bonito que le das a las palabras, digas lo que digas. - Y se sienta en mi regazo. Úf, ¿y qué le digo yo ahora a esta niña pecosa? Vaya ojazos más oscuros qe tiene, qué intensos. No deja de mirarme. Trago saliva y me sonríe. Mierda. Lo peor es que sí que tengo algo que decirle. Y no es el mejor momento. Pero es que nunca será el mejor momento para decírselo. Respiro. Allá voy.
- Je vais aller toujours. - Suelto de carrerilla. - Je t'aime. - la miro a los ojos. Je vous aimerais toujours.
Henar, no. No me mires así, princesa. Lo siento.
- ¿Q... qué has dicho, Mi... Miguel? - le tiemblan los labios. Tiene ya los ojos empapados. Con esa pequeña mirada me recuerda a la primera vez que la vi, tan pequeña, sentada en un banco del parque, haciendo pucheritos porque se había caído del columpio.
- Je suis désolé.
- No.
Aquél día no la escuché llorar. Tan solo se aguantaba el llanto, absorvía la nariz y se restregaba los ojos. Ahora sí que llora. Henar, mi pequeña Henar. No hagas las cosas más difícil de lo que son.
- Miguel, no puedes irte. - me dice con un hilo de su dulce voz. No puedes. No.
- Todavía no sé cuando me iré. Pero te juro que volveremos a vernos.
- ¿Sabes, Miguel? Me han prometido muchas cosas, ya. Y las más importantes, no se cumplen nunca. Fui una estúpida pensando que tú no me dejarías nunca sola. Ya lo veo. Ahora te vas. Te vas ¿y sabes qué? - se pasa la manga del jersey por los ojos. - Acabaré olvidándote.
¿Cómo? Henar, no. No, ¡joder! Se levanta y se va. Camina poco a poco por la calle. La sigo. Espero a que se pare en algun lugar, pero lo que hace es echarse a correr. Y a correr. ¿Marc? No, por favor. Se... se abrazan. Él le da un beso en la frente y ella apoya su cabeza en él. Quizá es cierto que va a olvidarme. Adiós, Henar. Encantado de haberme cruzado contigo en esta vida. Je t'aime beaucoup.


- Marc, Miguel se va para siempre. Y me deja sola, ¿entiendes? Sola. Moriré lentamente sin él. No puedo parar de llorar, y me siento estúpida. ¿Sabes qué hacía él cuando me ponía a llorar como una magdalena? Me abrazaba. me estrechaba contra su pecho, así, muy muy fuerte. Entonces yo lloriqueaba un poquito más para que no me soltara todavía.
- Ven aquí, cariño.
- No, Marc. Tú no sabes abrazar como Miguel. No te mofles.

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