«Vaya dos tontas llamándose Sépia&Calamar, vaya tontería más importante♥»

samedi 5 février 2011

Y un invierno y medio más hasta que llegó ella.

Suerte que me dijo que ya era verano, sino juraría que habían pasado dos inviernos seguidos antes de plantarme en la terminal 4, y un invierno y medio más hasta que llegó ella. Sophie, con unos pantalones cortos a mitad de muslo. Sophie, con una trenza larga hasta la cintura. Sophie, asustada todavía sin haberme visto.

- ¡Sophie! – alcé el brazo.

Me acerqué yo, con mis pintas de no haber dormido en toda la noche. Esperaba que no lo notara, pero me miró tan profundamente a los ojos que creo que lo llevaba escrito en la cara.

- No quieras saber lo que me ha costado llegar hasta aquí. Para nada tengo sentido de la orientación. – arrimó la maleta a ella - ¿Cómo estás?
- Bien, bien. – sonreí de medio lado. – Hoy no puedes negarte a tomar algo conmigo. ¿Has desayunado?

Y al fin, en el primer bar del aeropuerto, entablamos conversación. Tenía 19 años y estaba un poco harta de su vida. Aunque no lo dijera, esperaba que este viaje le cambiara la vida. Había trabajado en el McDonalds durante algunos meses. Estudió algo que de poco le sirvió.
Yo, por entonces tenía ya los 22. No estaba harto del todo, pero tenía una vida aburrida. Mi asqueroso curro no consistía en nada interesante. Yo era el pringado que revisaba que las máquinas de la imprenta no se atascaran. Había días que iba allí para nada. Otros tenía que llamar al técnico, y tampoco me sentía útil. Cobraba una mierda al mes y sobrevivía en mi ático.

Pasajeros del vuelo 268 con destino París…

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