«Vaya dos tontas llamándose Sépia&Calamar, vaya tontería más importante♥»

mardi 18 janvier 2011

Arrebatos de amor.

No es que tuviera el pecho pequeño, es que tenía el corazón muy grande y se le salía cada vez que lo escuchaba llegar. Luego él se encargaba de volvérselo a meter en el pecho, con golpes fuertes que lo encogían hasta hacerle daño. Y la hacía llorar.
Le pareció bonito cambiar el polo de sus labios, para que jamás se volvieran a imantar con los de ella. No aceptaba errores, ni despistes y odiaba las casualidades. Qué fácil era decir que no. Sus manos dejaron de encajar de la noche a la mañana. Harto de que ella estuviera enamorada, se levantó de la cama y encendió las luces de la sala del cine en la que se estaba proyectando su película con ella. Y no le dio nada, eh. Ni un poquito de remordimiento cuando cruzó la puerta. Nada, como una roca.
A ella, todavía se le va la mirada hacia los arañazos de las paredes de los arrebatos de amor que padecían a las cuatro de la mañana.

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